A punto de finalizar la temporada regular y con los play-off a la vista, la expectación es máxima ante los últimos partidos ya que tres equipos se disputan los dos puestos finalistas que aún quedan libres. Las apuestas están alcanzando sus cotas más elevadas y se rumorea que circulan maletines con dinero a diestro y siniestro. El Comisario está indignado por estos rumores, ya que afirma que aún no ha recibido ninguna comisión...
Los Full Spectrum Warriors, que ya están clasificados y no se juegan nada, se enfrentan al (por ahora) farolillo rojo, los Hijos de Caín. Las opciones de clasificación de los vampiros pasan por vencer a los FSW o, al menos, empatar por 2 ó 3 touchdowns. Un empate a cero o la derrota de los Hijos de Caín supondría la clasificación automática de los otros dos aspirantes, los Blood Brothers y los Phoenix Legends.
Evidentemente, esta situación ha provocado numerosos rumores relativos a los famosos "maletines", primas por ganar que los BB y los PL habrían ofrecido a los elfos oscuros por vencer a los vampiros. Por otra parte se dice que el club vampírico podría haber apelado a la fortuna de los dueños, la familia Von Carstein, para evitar la victoria de los FSW.
Además las apuestas son más elevadas que nunca, ya que pueden darse muchas combinaciones que dejen fuera de los play-off a cualquiera de los tres equipos implicados. Por tanto, dado que el partido entre los Hijos de Caín y los Full Spectrum Warriors se va a celebrar mañana, el Comisario ha decidido que el encuentro se celebre a puerta cerrada y que no se desvele el resultado hasta que no se juegue el último partido. El espectáculo, por su relevancia, será grabado por las cámaras de seguridad del estadio.
Esto se hace por dos motivos: por un lado se asegura la pureza de las apuestas sobre el último partido, que podrían ser papel mojado si se desvelara el resultado; por otro, para minimizar el riesgo de circulación de maletines (porque el Comisario no está dispuesto a que circule una sola moneda de oro en sobornos si él no ve su parte),
Conviene destacar que, como no se quiere perder el dinero de la recaudación por entradas, en este caso a "puerta cerrada" significa que, una vez todo el público esté dentro, se cerrarán las puertas y se disputará el encuentro. No se dejará salir a nadie (público, equipos, árbitros, trabajadores del estadio y demás) hasta que no se juegue el siguiente partido...
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