jueves, 23 de agosto de 2018

Partido de liga (1ª jornada): Wolfsburg Ironcrosses - Little Suckers (3-0)

Y retomamos también la costumbre de publicar las crónicas de los partidos, cuando algún escriba se molesta en ponerlas por escrito y el blog tiene a bien publicarlo (pues Pablo mandó esta crónica a finales de marzo, nada menos. Mis disculpas públicamente por el retraso en su publicación, la culpa es enteramente mía). En este caso el entrenador de los Wolfsburg Ironcrosses nos narra la victoria de su equipo ante los Little Suckers. Ahí va:


En Wolfsburg, la taberna Punch de Múnich, está a rebosar. Corre la cerveza, las jarras chocan y el alboroto es atronador.

Adolf se alza en el banco corrido, el silencio va calando y las cabezas se giran. Adolf Hammer tose y se aclara la voz.

¡Compatriotas!

La raza Norse es aguerrida y triunfal, y no puede soportar la vergüenza de la cuarta temporada de Blud Boul.



Yo, Adolf Hammer estoy llamado por el destino a erradicar ese mal recuerdo de la raza Norse. He juntado a un grupo de jóvenes nórdicos para dominar a las razas que han pisoteado y ocupado la gloria que por derecho nos pertenece!!!!!

Os voy a contar como fue el primer episodio...

Bajo una clara luz, con el sol iluminando el campo y nuestros corazones, saltamos al campo y con precisión quirúrgica buscamos a los líderes que organizaban a la banda del inframundo en el terreno de juego. Fuimos eliminando una a una a las ratas que dirigían el equipo de los Little Suckers. Atentos al reloj limpiamos el campo, lo despejamos, para poder anotar al final de la primera parte. Los canijos se mostraron muy tenaces en molestar a nuestro portador del balón, y nuestros dedos entumecidos de romper huesos y cubiertos de sangre resbalosa, tuvieron dificultades para atrapar el balón, sin embargo, cumplimos con nuestra noble misión. 1-0 al descanso.

Al inicio de la segunda parte, con las manos limpias, recogimos el balón, lo protegidos como si todo Norskia dependiera de ello, y protegidos por nuestro espíritu patriótico, avanzamos sin cuartel hasta la zona de marca, ensangrentando la marcha con mas enemigos diezmados.

En un despreciable acto, varios Suckers rodearon a un noble nórdico, a quien lesionaron con terrible odio y atroz saña.

Pero la raza Norse, es una raza culta y brillante, y entre nosotros se encuentra uno de las mejores mentes médicas de todos los tiempos; el Dr. Menguele; quien curó a nuestro compañero de inmediato.
Seguimos, inasequibles al desaliento hasta volver a anotar una tercera vez, y lo intentamos aún una cuarta vez, pero el certero pase de Otto Von Paulus no fue recogido por Guderian, puesto que su coraje sin límites le había llevado a pelear hasta ensangrentar sus dedos y que se le resbalase el balón en el último segundo.

Hoy los héroes han sido Guderian, Von Rudenstein y Pride. 3-0 el resultado, y la gloria, infinita.

Mañana los héroes seréis vosotros, uníos al clamor por una Norskia triunfante, que las filas de los Ironcrosses no dejen de crecer!!!

Gloria a Wolfsburg!!

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